BEIJING, 16 jul (Xinhua) — Un portavoz de Defensa chino expresó hoy miércoles una fuerte oposición a la exageración por parte de Japón de la llamada “amenaza china”, y a su interferencia en los asuntos internos de China. Jiang Bin, portavoz del Ministerio de Defensa Nacional, hizo las declaraciones en respuesta a una consulta de los medios de comunicación sobre el libro blanco de Defensa de Japón para 2025, publicado recientemente. En relación con China, el libro blanco sigue refiriéndose al país como “la mayor amenaza estratégica sin precedentes para Japón”, afirma que ha “intentado unilateralmente cambiar el statu quo por la fuerza”, y hace comentarios irresponsables sobre la cuestión de Taiwan. El vocero señaló que el militarismo japonés causó un gran sufrimiento a China y a sus países asiáticos vecinos. Desafortunadamente, en lugar de reflexionar sobre esta mala conducta, Japón vuelve a exhibir una peligrosa tendencia al fortalecer sus fuerzas armadas aumentando su presupuesto de defensa, levantar las restricciones a las exportaciones de armas y formar camarillas militares para involucrarse en la confrontación de bloques. Aún más, de vez en cuando ha clamado por enmendar sus “Tres principios no nucleares”. Estas acciones contravienen seriamente la constitución pacifista de Japón y su política exclusivamente orientada a la defensa, socavando gravemente el orden internacional de posguerra y planteando serios desafíos a la paz y la tranquilidad de la región de Asia-Pacífico, dijo Jiang. Asimismo, agregó que los países vecinos de Japón en Asia, así como la comunidad internacional, están alertados y preocupados por tales acciones. Jiang recordó que este año se conmemora el 80º aniversario, tanto de la victoria en la Guerra de Resistencia del Pueblo Chino contra la Agresión Japonesa y la Guerra Mundial Antifascista, como de la recuperación de Taiwan. El regreso de Taiwan a China en 1945 es un resultado victorioso de la Segunda Guerra Mundial y una parte integral del orden internacional de posguerra, afirmó Jiang e instó a la parte japonesa a reflexionar sobre las lecciones de la historia, atenerse verdaderamente al espíritu de los cuatro documentos políticos China-Japón y a sus compromisos con respecto a la cuestión de Taiwan, y avanzar en el desarrollo sano y estable de las relaciones chino-japonesas con medidas concretas.